lunes, 3 de diciembre de 2012

Comunicado de maestro Jesus (III)

"El ser humano es capaz de reconducir esta situación y sobreponerse sin que se produzcan más consecuencias negativas. Únicamente debemos comenzar a pensar como colectivo y sujetos a las enseñanzas del TODO-AMOR-DIOS y a las leyes de Causa y Efecto.

Nada escapa de las ondas que provoca una pequeña piedra dentro de un estanque.
Estamos sujetos a los vaivenes de pequeñas piedras hasta que seamos conscientes de que TODOS SOMOS AGUA.

Es necesario que proyectemos nuestro amor desde nosotros mismos hacia el resto de nuestros hermanos y hacia el planeta. Respetémonos a nosotros mismos y comencemos por crear unas vibraciones de felicidad y armonía en los espacios más inmediatos al desarrollo de nuestra actividad cotidiana.
Sed generosos con vuestra atención, vuestras sonrisas, vuestros abrazos.
Vibrad en sintonía con el Sol, con la Luz y el Amor.

Hoy es cada vez más necesario y es probable que cada día observéis un pequeño cambio en vosotros y en lo que os rodea si lo hacéis.

El Amor es la energía que mueve el UNIVERSO.
Todo nació por este impulso y vosotros sois el reflejo mismo de este acto de creación sublime.
Desde el Amor y la comprensión sereis capaces de conseguir cualquier objetivo y podreis alcanzar el verdadero conocimiento de la Luz.

Sabed que vuestro Padre celestial os ama y, que desde éste hasta vuestro plano, todas las criaturas de Luz os aman y apoyan. Estamos deseando comprobar que toda la Galaxia responde a los mismos movimientos que rigen el orden de las cosas. Porque la Vida es Amor. Y el respeto a este principio auténtico es la motivación primera para que permanezcamos junto a vosotros.

Estad tranquilos, confiados. Van a producirse sucesos extraños, pero en la conciencia de que todo responde al mismo principio generador, sereis capaces de comprender que todo tiene su razón de ser.

Todos vuestros instructores y yo mismo velamos por vosotros y permaneceremos cuando lo requiráis junto a vosotros.

Seguid trabajando y contemplad estos días lo maravillosa que es la vida.
Amaos los unos a los otros y compartid. Allí donde se reunan dos o más en mi nombre, allí estoy yo.
Recibid la bendición del Padre y que la Luz del Amor y la Paz os acompañen siempre."

(21-6-2012)

jueves, 29 de noviembre de 2012

Comunicado de maestro Jesus (II)

"La luz del Sol y la Naturaleza constituyen dos aliados para encontrar la vibración adecuada a los nuevos inicios. Cada trayecto de ida que emprendemos en la vida no conduce necesariamente a un puerto seguro, porque está dentro de nuestro plan encontrar la forma de aprender las lecciones que necesitamos. Recibid con alegría estas señales, porque Yo soy la Luz y el Amor. Vuestros maestros, instructores, guías y yo mismo os acompañamos en este camino. Sed conscientes de que nunca estáis solos, unicamente tenéis que acudir a nosotros y os apoyaremos cuando lo necesitéis".

(31-5-2012)

Comunicado de los Medicos del Cielo sobre el 2012

A estas alturas del año 2012, quien no haya oído que se acaba el mundo el 21 de diciembre posiblemente regresa de una expedición a Marte.

Como a cualquier persona instruida, las implicaciones del calendario  de los mayas y las teorías sobre el final del ciclo astronómico, no dejan de resultarme sorprendentes por muchos motivos.

Sin embargo, parece que el destino de nuestro mundo no es el de desaparecer, sino experimentar un cambio. Algo que vamos demandando día a día muchísimas personas.

Y parece que, por fin, esta transformación está a punto de producirse.

Veamos en qué términos definen los médicos del cielo este proceso, a partir de uno de sus comunicados:

"La situación del planeta está conduciendo de forma irremisible a numerosos cambios. Se van a producir transformaciones en todo aquello que no funciona, no es justo o, sencillamente, forma parte de proyectos que no debieron realizarse.

Este cambio afectará también a las personas, pues se está produciendo un ciclo que será sensible a todos aquellos que han solicitado un cambio en sus vidas de forma consciente o inconsciente.

Estas transformaciones conducirán a períodos más favorables si se es capaz de asumirlo en equilibrio, armonía y paz.

Los individuos somos generadores de energías y el gran desconocimiento de este poder creador motiva que se agraven los problemas en aquellos países que están atravesando en estos momentos horas de angustia.

Estad tranquilos y vibrad desde el amor y la armonía".
(17-5-2012)

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Medicos del cielo, una mision y mil posibilidades

Muchas veces me he preguntado cómo es posible que existan unos seres que son capaces de ayudarnos en tantos aspectos sin que seamos verdaderamente conscientes del increíble amor que impregna su trabajo.

En realidad, nunca he cuestionado su existencia, simplemente me parece asombroso que, acostumbrados como estamos a medir nuestra realidad a escala humana, el Universo venga a desbordarnos con toda la luz que impregna a estos personajes maravillosos.

La respuesta es suficientemente clara e impregna uno de sus comunicados:

"El sentido de todo lo que hacemos responde a unas premisas básicas que se resumen en la Ley del Amor. Os amamos porque compartimos en estos momentos tiempo y espacio y podemos con nuestros actos proporcionar ayudas puntuales a los que nos necesiten. Evidentemente, no podemos intervenir en algunas situaciones por más que lo desearamos porque podríamos incurrir en alteraciones del orden que han sido establecidas y fijadas. Todos participamos de este proceso y cada uno pacta lo que conviene en cada momento y lugar.

No os arrepintais de cosas que no habeis hecho, no estaba acordado.
Vuestro aprendizaje, como la vida, dura una eternidad encadenada a vuestro desarrollo. Tenéis que recordar los pasos que ya dísteis; en caso contrario, volver a tropezar hasta saber los baches del camino de memoria. Esta escuela que es el Universo ha de permitiros conoceros, en primer lugar, a vosotros mismos. Y, sin duda, resulta ser la materia más complicada del temario. Porque cada uno de vosotros se escuda detrás de distintas razones para no aceptar lo que es evidente en vuestro hermano, amigo o vecino. Suspender el curso tiene repercusiones, es conveniente que espabiléis y hagáis bien los deberes."

(22-2-2012) 

martes, 27 de noviembre de 2012

Sobre dolores y sanaciones

Así es, me duele.

No dejo de pensar en lo desagradable que resultan estas punzadas en la mano, el cuello, la rodilla o la cabeza. Estoy deseando tomarme una pastilla y meterme en la cama. Pero quizás exista una alternativa, menos agresiva, más armónica. Y quiero encontrarla, porque me han dicho que podría funcionar...

En realidad, el camino que separa a todas las formas de sanar es muy estrecho, pues cada una recurre a un diagnóstico y a un tratamiento. Evidentemente, necesitamos que tanto uno como el otro sean correctos para que nuestra mejoría sea un hecho consumado.

A continuación os dejo alguna indicación realizada por los Médicos del Cielo sobre estas cuestiones, especialmente sobre la necesidad de que actuemos de forma responsable:

"Vosotros sois siempre el canal imprescindible para que intervenga la energía y son muchas las formas de actuar. Unas son más armónicas y otras no tanto. Pero la activación de los puntos energéticos de forma directa hace que se aceleren los resultados y parece más efectiva. Parece. Los ajustes necesarios en muchas ocasiones deben ser sutiles y de esta forma podéis llegar a alterar cuestiones que no deben ser modificadas. No hasta su momento. Sois dueños de vuestro destino, pero debéis aprender a mantener el orden de las cosas. No es armónico que me duela la cabeza, pero debo razonar por qué me duele. En ocasiones, son llamadas de atención, y en ese caso radica la problemática de intervenir con la energía de modo directo. Si soy capaz de sanar, debo hacerlo de forma responsable. Los dolores y problemas físicos desaparecen y se olvida pronto que tal vez responden a cuestiones que debemos solucionar. Tenéis múltiples herramientas que podéis y debéis usar, pero hacedlo desde el conocimiento y la consciencia. No ayudéis de forma inconsciente porque no sería un resultado armónico. La palabra y el abrazo antes que la sanación indiscriminada. Es el AMOR lo que hará que sane este mundo. Construid una base sólida desde la que alzaros sobre las dificultades." 
(26-1-2012)

Comunicado de maestro Jesus

"Destacad en la vida por el trabajo que haceis para vosotros mismos, no esperéis más reconocimiento que vuestra propia satisfacción.
Todo lo que venga será el resultado de vuestra predisposición a recibirlo.
Y no por necesitarlo será mayor o mejor lo que os venga.
Tenéis que estar predispuestos y preparados, como en la sanación. La Gracia está en vuestras manos, en vuestras mentes... Cread las proyecciones de vuestros mejores momentos, pero no lo retengáis con vosotros. Porque cada día empieza y acaba a la misma hora y es un ciclo inexorable y repetitivo. No hagáis que vuestra vida se convierta en un círculo cerrado, salid a la vida, experimentad y vivid.
Es necesario que aprendáis a vivir sintiendo y haciendo obras por vosotros y por los demás".

(27-10-2011)


domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Un nuevo estilo de vida para una nueva espiritualidad?

Aunque parezca lógico y razonable que, para acercarnos a un nivel de vibración adecuado para la canalización, es necesario adoptar una serie de hábitos específicos, no siempre coinciden los preceptos con los resultados. En este sentido, un mayor equilibrio entre cuerpo y mente facilita que se produzcan experiencias más intensas. Evidentemente, todo aquello que podamos aportar en la construcción de una base sólida, será una ayuda importantísima en nuestro crecimiento personal.
Una vida sana es imprescindible. Esta afirmación no implica que debamos convertirnos en seres vigoréxicos, nada de eso. Entendamos sano dentro de una concepción energética, más próxima a saludable que a deportista. Por ello, debemos trabajar en dos planos: el físico, la maquinita que utilizamos como medio para alcanzar nuestro propósito en este plano, y el mental.
En el primero de los planos, podría servirnos un patrón de vida sana similar al que nos recomendaría un cardiologo.
Comencemos por la dieta:
-las indicaciones que hemos recibido siempre hacen mención sobre la necesidad de reducir el consumo de elementos de origen animal.
Evidentemente, cuanto más próximos estemos a la dieta vegetariana, mucho mejor. Nada de reducir ni imponerse un régimen estricto con la creencia de que así conseguiremos mejores resultados. La vía que nos debe llevar a elevar nuestra vibración transcurre por senderos armónicos. Debe ser lo adecuado para cada persona y lugar.
Conozco personas que son capaces de alimentarse con lo mismo que algunos rumiantes, recogido y procesado por ellos mismos... Por el momento, yo no soy capaz de asumir una transformación tan radical de mi forma de alimentarme. Estoy aún ligado a las costumbres y tradiciones familiares y creo que es conveniente que el cambio no sea tan brusco. Así, que creo que todos podemos asumir sin demasiados problemas una disminución progresiva de los productos de origen animal, consultando a especialistas que nos asesoren sobre la mejor forma de hacerlo.
-reducir el consumo de productos estimulantes hasta dejar de necesitarlos.
Evidentemente, los estimulantes alteran nuestra vibración y desequilibran los chacras. Alcohol, cafeina y teina son las que consumimos de forma habitual sin pensar que provocan perturbaciones energéticas. La dependencia a algún elemento indica que nuestro organismo no está en equilibro, y sin equilibro resulta muy complicado vibrar en una frecuencia adecuada. Una larga temporada sin ellos mejora las canalizaciones y la claridad con que se perciben señales, intuiciones o inspiraciones. Evidentemente, las drogas o sustancias estupefacientes favorecen alcanzar trances y alucinaciones, pero no son este tipo de experiencias las que perseguimos. Su consumo está totalmente desaconsejado y sus repercusiones en todos los aspectos son negativas. Una vida saludable implica el abandono total del consumo de estas sustancias.
-el agua es un elemento fundamental, pues limpia e hidrata nuestro organismo. Si no la consumimos o habitualmente bebemos muy poco, debemos incrementar la cantidad hasta, al menos, dos litros. Recordemos que durante la terapia y los ajustes desarrollados en algunos trabajos, el agua es el medio empleado para fijar la vibración que necesitamos.
-el sol. El astro rey proporciona con su luz una importantísima energía que todos los seres vivos necesitan. Una exposición moderada y frecuente nos puede ayudar a elevar nuestra vibración, que percibiremos como una mayor vitalidad y alegría.
La combinación de agua y sol proporciona una serie de beneficios que explicaremos más adelante, así como la forma de fijar su energía en el agua.
-el oxígeno. Es un elemento imprescindible a nivel celular y su presencia en nuestro organismo determina el correcto funcionamiento orgánico. ¡No queda otra que apender a respirar correctamente! Realizar respiraciones profundas y lentas, siguiendo un ritmo 4-2-4-2 (inspiramos aire durante cuatro segundos- mantenemos el aire retenido durante dos segundos-expulsamos el aire durante cuatro segundos-esperamos dos segundos antes de volver a inspirar). Realizar este proceso durante varios minutos al día, puede ayudarnos a sentirnos mejor, con grandes beneficios por la llegada de un adecuado flujo de oxígeno en el caso de que hayamos descuidado este aspecto durante años. Por sencillo que parezca, nadie nos enseña a respirar adecuadamente, y los problemas relacionados con una oxigenación insuficiente pueden derivar en enfermedades bastante serias...
Aprovechemos estos consejos para trabajar en los aspectos más sencillos, pues adecuando nuestros hábitos cotidianos a estas recomendaciones, percibiremos un cambio muy positivo.
¡Cuidemos nuestro cuerpo como primer paso para explorar nuestra mente!

jueves, 15 de noviembre de 2012

Comunicados, sanaciones y tratamientos

Así de claro: esto se mueve.
Es la misma sensación que uno percibe cuando arranca el autobús y no has conseguido alcanzar ese asiento que quedaba vacío al fondo del pasillo. Primero no das crédito, luego te agarras para no caer y, una vez vencida la primera sensación de sorpresa, te dejas llevar...
El caso es que, desde que iniciamos esta experiencia vital junto a nuestros amigos los Médicos del Cielo, hace ya más de dos años, han sido numerosos los comunicados que he tenido la grandísima suerte de poder canalizar.
Cada semana realizamos un encuentro privado con nuestros instructores, aunque en ocasiones, acuden otros seres de luz a acompañarnos. Sus mensajes aportan de forma repetida muchos datos que afectan a nuestras vidas privadas, a cuestiones meramente particulares, pero también sobre aspectos generales, sucesos que van a pasar, indicaciones para realizar trabajos y por encima de todo, mensajes de luz y armonía. Frases sabias y llenas de poesía que retumban de nuevo en mi interior cada vez que las leo.
Hemos podido comprobar que muchas de las informaciones a las que hemos tenido acceso se han cumplido, con un plazo que oscila entre dos semanas y dos meses desde el momento en que se produjo el comunicado. Otros datos no han podido ser contrastados o nuevamente nos han informado sobre el asunto tras preguntar por esa cuestión específica al no cumplirse, generalmente por un cambio de la situación o de las condiciones que determinaban ese suceso (generalmente informan sobre hechos de gran trascendencia para un país o región, cambios socio-económicos o cuestiones que pueden ser contrastadas por las noticias internacionales).
En ocasiones, nos recomiendan un trabajo o un tratamiento específico para solucionar alguno de los aspectos que nos preocupan, generalmente relacionados con la salud, con potenciar las capacidades personales o la armonización tras realizar otros movimientos de energía y transmutación.
Todo ello debe realizarse en un entorno seguro, tras las pertinentes protecciones y la apertura de un trabajo específico. Siempre de forma consciente y voluntaria.
El trabajo en grupo es muy importante en todos estos movimientos, pues facilita la fluidez y la potencia de los comunicados. En casa hemos llegado a realizarlos hasta seis personas, con mensajes muy potentes, como podréis comprobar vosotros mismos.
Al principio de esta andadura, tras la comunicación, un gran cansancio se apoderaba de mi cuerpo, y en general, de los que participan del mismo. Bostezos, somnolencia, pitidos en los oidos, escalofríos, suelen acompañar a la apertura del trabajo. En ocasiones, la velocidad del comunicado supera mis posibilidades de escritura, así que he tenido que desarrollar mucho mis capacidades...
Ultimamente he experimentado una mayor sensibilidad hacia la percepción y recibo comunicados desde otros frentes que nunca hubiera imaginado... Aunque eso merece que le dedique unas líneas específicas.
¡Y os aseguro que se os quedará la misma cara que a mí cuando recibí los primeros mensajes!

martes, 6 de noviembre de 2012

Medicos del cielo y sanaciones

El caso es que, la primera vez que escuché hablar de los médicos del cielo, en mi cabeza comenzaron a mezclarse términos y conceptos. El desconocimiento absoluto del tema me proporcionó la imagen de seres extraterrestres porque nada me permitía relacionarlos con ninguna de las categorías que normalmente se mencionaban en publicaciones esotéricas o paranormales que habían caído entre mis manos en alguna ocasión.
Si eran extraterrestres, ¿qué tipo de interés les movía a ayudarnos a nosotros, los humanos? ¿Tan bondadosos eran como para ayudar a una especie que destruye todo lo que desconoce si le amenaza? El caso es que, sin tener ni la más peregrina seguridad sobre lo que hacía, me dispuse a acompañar a mi mujer a la aventura.
Su interés por todas estas cuestiones le había hecho rastrear toda la red buscando información, así que, tras las primeras sesiones en un centro asistidos por Mariví (así se llama la persona que realizaba las sesiones), localizó a una mujer que había escrito un libro muy sugerente: Aura Küpper. Dicho trabajo, publicado en Madrid por la editorial Arkano Books, vió la luz en noviembre de 2005 y fue objeto de una segunda edición en 2007.
La obra se titula "Médicos del Cielo. Libro de instrucciones para un contacto con los médicos del Cielo" y consta de 126 páginas de lectura muy sencilla y llena de luz.
El caso es que finalmente conseguimos contactar con Aura y acudimos a un seminario que impartía en Molina de Segura, cerca de Murcia capital. Se trataba de un curso en el que realizaba una completa explicación de todo lo relacionado con estos seres, se realizaba un movimiento de energía y se instruía a todos y cada uno de los asistentes para poder realizar trabajos con ellos.
Estos seres permiten varios niveles de trabajo: urgencias, de aplicación directa e inmediata, y tratamientos, que permiten realizar ajustes sobre aspectos que deseemos mejorar o que requieran atenciones específicas. En esencia, los contenidos del curso al que acudimos son muy similares a los descritos en las páginas de su obra, pero uno puede sentir la energía que desprende esta persona y disfrutar de su capacidad y conocimientos.
Ciertamente, la base para realizar estos trabajos reside en la voluntad, la práctica y el sostenimiento de esta energía.Trabajar con la luz implica estar preparado para aceptar una serie de cambios, pues elevar nuestro nivel de vibración es el resultado de querer aprender, de compartir un conocimiento, de crecer espiritualmente. Y son muchas las cosas que podemos hacer para conseguirlo, pero necesariamente debemos cumplir con todas ellas para lograr un resultado. Sin embargo, algunas personas gozan de unas capacidades innatas o una predisposición especial para que sucedan las cosas, tal vez porque no cuestionan las situaciones que se producen y aceptan el regalo que se les proporciona.
Algo similar debió pasarme a mí.
El caso es que tras el curso de dos días, desarrollado en fin de semana, se nos asignaron intructores personales que debían facilitar nuestro proceso de aprendizaje. La forma de contactar con ellos era mediante la práctica de una comunicación telepática, tras abrir un trabajo específico y concertar una "cita" que debía mantenerse de forma semanal. A los recién iniciados, nos correspondía realizar un período de prácticas de un mes de duración antes de la primera sesión con nuestro instructor, que transmitiría mensajes que debíamos escribir para poder analizar y releer posteriormente.
Sin embargo, aquella misma noche, mientras comentábamos en casa lo que había sucedido el fin de semana, se me ocurrió preguntar mentalmente a mi instructor. Y ante la más increíble y mayúscula de las sorpresas, una voz resonó en mi mente, sin que se pareciera a ninguna de las experiencias que había tenido nunca.
No había duda posible para mí: aquello era real.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Guias, maestros y protecciones

Todos hemos sentido alguna vez la sensación de que alguien nos acompaña cuando no hay nadie a nuestro alrededor. En ocasiones esta impresión nos incomoda, pero si acudimos a pensamientos agradables desaparece con rapidez. En el fondo de la cuestión, incluso para el más escéptico, pensar en que tenemos un ser que nos proteje y acude a nuestro auxilio sólo con pensarlo proporciona una mayor seguridad a la hora de afrontar cualquier reto cotidiano.

Ciertamente, para alguien que no cree en este tipo de cuestiones, todo esto puede sonar a cuento chino, pero lo cierto es que, si la energía que compone todos los elementos de nuestro universo puede adoptar diferentes formas, ¿por qué no podría existir en un plano diferente al nuestro un ser bondadoso que nos acompañe y auxilie?

Si estamos dispuestos a considerar la existencia de espectros y energías discordantes, por un simple fenómeno de contrarios deberíamos aceptar que sus opuestos positivos existen. Pues bueno y malo son matices para un mismo fenómeno. Tan sencillo y complicado como eso.

Evidentemente, todo es más fácil cuando uno dispone de cierto tipo de evidencias o ha tenido experiencias personales a las que acudir. Soy bastante afortunado, porque de lo contrario, intuyo que mi espíritu crítico y escepticismo me hubieran impedido avanzar sin haber tenido evidencias claras de la existencia de ninguno de ellos.

Este tipo de presencias bondadosas y bienhechoras responden a varias categorías:

-médicos de cielo. Son seres de luz que acuden a realizar ajustes y sanaciones una vez que conocemos la dinámica para establecer contacto con ellos. Podemos realizar unas "urgencias" de efecto inmediato o bien planificar un "tratamiento" a más largo plazo, de varias sesiones de duración. No permanecen junto a nosotros durante todo el tiempo, pero podemos acudir a ellos a través de la voluntad de contactar o bien mediante el pensamiento. Existe la posibilidad de que nos asignen un instructor, ser que velará para que nuestro aprendizaje se realice sin contratiempos, proporcionando indicaciones a través de un canal mental y mediante la realización de trabajos específicos.

-protecciones. Ángeles custodios, de la guarda y demás personajes del reino angélico. Cada persona cuenta con un número distinto de protecciones, en ocasiones adaptada a las necesidades específicas: trabajo de riesgo, relaciones personales, ambiente de vida... Cada uno de ellos cumple con otras misiones además de la que les ocupa de forma específica. Es posible, en ocasiones, visualizar a qué rayo de luz pertenecen o en que frecuencia de vibración se mantienen. Algunas personas son capaces de establecer contacto con ellos y obtener información relevante sobre cuestiones que atañen directamente a la persona. Su presencia junto a nosotros es permanente, aunque difícilmente podemos percibir nada sin un trabajo previo o las condiciones adecuadas.

-guías. Seres de luz que nos acompañan en el camino de aprendizaje. Difícilmente revelan su identidad. En ocasiones están vinculados con las habilidades o capacidades innatas de que disponemos, aunque no seamos conscientes de ello. A modo de instructores, pueden acudir a nosotros cuando nos enfrentamos a retos o cuestiones personales que requieren de un esfuerzo o concentración previa muy importante. Si conocemos su identidad, podemos trabajar solicitando su ayuda.

-maestros. Personajes ascendidos que acuden en ocasiones excepcionales para transmitirnos un mensaje o enseñanza. Suelen acudir a las personas que realizan acciones por el bien común, que actúan de forma desinteresada por el bien de otros individuos. Acuden también a los lugares donde se realizan movimientos de energía de forma colectiva, siempre movidos por el bien y el amor universales. Existe una extensísima nómina de maestros ascendidos, en ocasiones aparecen con aspecto antropomorfo y elementos que permiten identificarles. A veces, ellos mismo se identifican tras preguntarles su nombre. Es un tipo de presencia o aparición poco frecuente debido a la cantidad de energía y el tipo de vibración necesaria para que se produzca la conexión con ellos.

Particularmente, he tenido la gran suerte de contactar con seres pertenecientes a las tres categorías enunciadas en las líneas anteriores. Las conexiones fueron armónicas y durante la realización de ceremonias o movimientos de energía en su mayor parte. Durante la realización de algunos trabajos de sanación he tenido también la gran suerte de contactar con el arcángel Miguel o nuestra madre María, cuya energía tan poderosa y potente me dejó completamente extenuado.

En el caso del arcángel Miguel, en el instante que se produjo su aparición sentí una voz atronadora dentro de mi mente y una gran fuerza que me aplastaba, depositando toda la tensión sobre las piernas, como si el peso del firmamento hubiese caído sobre mi cuerpo. Únicamente pude visualizarlo de forma parcial debido a la gran tensíón que me produjo su presencia y al dolor físico que experimenté durante los escasos segundos de su comunicado. Portaba una espada muy brillante, como de metal líquido, incandescente la hoja y con una empuñadura que debía permitir asir el mango con ambas manos. Vestía una cota de malla muy fina y resplandeciente, de aspecto plateado, al igual que el reflejo de la hoja de la espada. La cabeza iba desnuda, con el cabello a modo de melena ondulada de color castaño. Todo ello envuelto de una luz muy blanca, que no permitía mirar directamente.

Tras su visión y el comunicado, caí rendido sobre la cama y tardé un buen rato en poder incorporarme. Las agujetas me duraron bastante tiempo...

viernes, 26 de octubre de 2012

Medicos del cielo, angeles y otros amigos (III)

Pero antes de hablar más sobre las particularidades de nuestros amigos los médicos del cielo, me gustaría contaros alguna experiencia que sucedió de forma previa al curso que ya os comenté en la entrada anterior.
Todas ellas sucedieron en mi piso, que no tiene nada de especial más allá de que es antiguo, pequeño y hace esquina. Pero desde que lo ví por primera vez, tuve la sensación de que tenía algo especial.
Y en verdad, alguna de las cosas que allí me pasaron merecieron la pena...
Pues bien, ya os he comentado que la persona que me ha inducido e introducido (al principio yo siempre me muestro reacio, pero acabo yendo) en muchas de estas vivencias es mi mujer. Se trata de una persona muy especial, con un carácter maravilloso y pleno de bondad y buenos valores. Conocerla es enamorarse, y eso me pasó a mi. Y de rebote, ambos hemos tenido la oportunidad de descubrir juntos cosas que nunca hubiera imaginado.
Su interés por las terapias energéticas, entre otras muchas cuestiones, le condujo a realizar un curso de Reiki. El día su iniciación, después de toda la jornada fuera de casa, llegó muy cansada y con un dolor de cabeza muy fuerte. Yo no tengo nada de idea sobre el tema, pero es cierto que había visto en ocasiones a otras personas cómo ponían las manos entre la nuca y la frente para aliviar el dolor. Así que, tras entrar en el piso y cerrar la puerta, dejamos las cosas en el suelo y le puse las manos en esa posición para intentar aliviarla.
Es muy probable que, debido a que ese mismo día había sido iniciada, parte de la energía que albergaba o de los símbolos con que trabaja este canal, reaccionaran frente a mi energía. No puedo explicarlo debido a mi desconocimiento del tema. Pero el caso es que sentí como si un rayo me atravesara desde la palma de la mano derecha, recorrriese todo el brazo, pasara por el pecho atravesando el corazón y nuevamente saliera por el otro brazo y quedase en la palma izquierda el rastro de calor.
Para mí fue muy intenso a pesar de la brevedad del momento, apenas un instante, y sentí un fuerte dolor en el pecho, especialmente entre los pulmones. Al tiempo que todo este dolor físico me atenazaba, pude visualizar un gran árbol dorado que brillaba proyectando una gran luz. Sus frondosas ramas se extendían hacia el cielo, su tronco permanecía erguido, robusto, y sus raíces se aferraban al suelo, a la tierra.
¿Sería el árbol de la vida?
Un grito mío por el dolor en el pecho fue acompañado de un salto hacia atrás.
Mi mujer también se asustó porque abrió los ojos, me miró y no podía verme.
Sus gafas se habían empañado completamente, sin que podamos explicar qué sucedió realmente en aquel instante.

jueves, 25 de octubre de 2012

Medicos del cielo, angeles y otros amigos (II)

Esa sensación de que estás acompañado resulta muy inspiradora.
Saber que en otros campos o planos de consciencia suceden cosas a las que uno no está preparado para hacer frente le pone los pelos de punta al más pintado. Salvo que uno decida no cuestionarlas y aceptar que las experiencias pasadas y presentes son un regalo maravilloso. En ese momento preciso se produce un cambio que provoca la llegada de más y más mensajes, de imágenes, de contactos...
Al menos eso es lo que me ha pasado a mí.
Sigo contando.
Estábamos con las primeras sesiones de meditación y unas sanaciones con médicos del cielo.
Ciertamente, aquello resultaba para cualquier profano en la materia un poco extraño.
Se trata de seres de luz que trabajan en un plano distinto al de los ángeles, circunstancia que nos advierte de que, evidentemente, hay varios niveles de energía (sobre ese tema dedicaré unas líneas más adelante). Su vocación de servicio les conduce a trabajar con los seres humanos para ayudarnos a elevar nuestro nivel de consciencia y nuestra vibración, trabajando con fuerzas muy sutiles y auxiliados por máquinas especiales.
 Como su nombre indica, no son terrícolas, aunque no coinciden para nada con la visión que podríamos tener de E.T. Son seres de luz, armónicos, que aparecen con formas y aspectos acordes con su elevado nivel de vibración: hombres y mujeres bien parecidos, ataviados con distintas vestimentas relacionadas con su especialización o con su rango. De hecho, hay seres de distintas procedencias, agrupados en distintas naves, y cuya misión parece determinar la predisposición hacia cierto tipo de trabajos.
Yo prácticamente no había oído nada de ellos antes de acudir a mi primera sesión de trabajo. De hecho, no sabía más que lo poco que me había contado mi mujer. Sin embargo, entre los asistentes sí había personas que conocían este tipo de experiencias y habían realizado contactos bastante sorprendentes.
La sesión comenzó con una relajación, inducida por una suave música y las orientaciones de la persona que dirigía el trabajo. Una vez se consideró oportuno, cada uno de nosotros se tumbó y permaneció relajado hasta que se indicó el final del trabajo. En nuestras inmediaciones, cada uno tenía papel, lápiz y una botella de agua donde se apuntaron nuestros deseos, necesidades o solicitudes.
Esto último fue lo que más me llamó la atención. Al parecer, en el agua quedaban fijadas las vibraciones de nuestros terapeutas estelares y los ajustes que nos habían realizado se reforzaban con el consumo de dicho líquido. Además, existía la posibilidad de mantener las propiedades de forma ilimitada añadiendo agua a la botella y mezclándola con la que había sido tratada antes de que se acabase...
Esta primera sesión condujo a otra, la curiosidad por conocer más nos llevó a un curso específico sobre la materia y así conocimos a Aura Kupper.
Y ahí sí que puedo decir que comenzaron a pasar cosas interesantes...

lunes, 22 de octubre de 2012

Medicos del cielo, angeles y otros amigos

Desde ese momento, en algun recóndito lugar de mi organismo sucedió algo.
Un cambio inexplicable e imperceptible, pero que ha hecho que mi forma de entender y percibir haya cambiado completamente.
El primer encuentro con mis guías y con los médicos del cielo dio paso a otras experiencias, más personales que la del centro y que tuvieron como escenario mi propia casa.
La primera de ellas sucedió una noche de primavera.
Estaba solo en la cama, la casa estaba en silencio y nada se movía en la calle. Mi cama de 150x190 cm estaba situada entre la ventana y la puerta del dormitorio. Un armario con puertas de espejo situado delante de mi reflejaba los destellos nocturnos. La luz del exterior inundaba la estancia a través de los visillos de la ventana, dejando un color anaranjado sobre las paredes blancas de mi habitación. La puerta estaba abierta al salón y allí, una ventana entreabierta dejaba pasar una ligera brisa que movía de forma muy tenue las cortinas.
Debían ser como las tres de la madrugada, pues hacía un par de horas que me había acostado. A pesar de madrugar bastante, mi actividad cotidiana solía prolongarse más allá de la medianoche. Por eso, el sueño no tardaba en apoderarse de mí y acudía de forma intensa y prolongada hasta que el despertador anunciaba la temida hora de levantarse.
Sorprendido y asustado, nuevamente experimenté la ya conocida sensación de presión en el pecho, tan intensa que me hizo despertarme o, al menos, salir de mi estado de relajación.
Me incorporé como pude porque sentí una presencia dentro de la habitación. Efectivamente. Allí, junto a los pies de la cama, permanecía inmóvil uno de los ya conocidos "cuerpos de luz".
Más sereno que en anteriores ocasiones, procuré mantener el tipo y observar qué sucedía si no hacía nada.
En esta reflexión me encontraba inmerso cuando, de improvisto, noté sobre mi piel la presión de unas manos que cogían mis tobillos. Mis pulsaciones se elevaron tan deprisa como sucedió el resto de la historia: una vez atrapado por las piernas, la forma luminosa me arrastró sobre la cama hacia el extremo más cercano a la ventana.  Yo estaba ladeado en el colchón, con la espalda hacia la ventana, por lo que primero tuvo que ponerme boca arriba y luego me arrastró. Por un momento pensé que pretendía sacarme por la ventana...
Pero se detuvo cuando mis pies sobresalían por el ángulo opuesto del colchón.
Fue todo tan intenso que, una que se desvaneció aquel ser y la amenaza que representaba para mí, volví a un estado de sueño muy profundo.
Sin embargo, a la mañana siguiente permanecía tumbado aún en la misma posición en la que yo recordaba que me había dejado mi visitante nocturno.

domingo, 21 de octubre de 2012

Nuevas etapas

Sentirse bien ayuda a que la vida cambie.
A que todo gire en el sentido que uno necesita.
A que la pelota oscile sobre la canasta y finalmente entre.
Las cosas dejan de afectarnos con tanta intensidad y cada día sonreímos con las novedades, en lugar de enfadarnos con cualquier contratiempo.
Tal vez ese fuera uno de los desencadenantes de que volviese a experimentar nuevos encuentros.
Los cambios en mi vida se habían ido produciendo hasta alcanzar una estabilidad que me hacía sentir feliz, y esa nueva energía y la vibración del amor despertaron lo que había mantenido durante tanto tiempo oculto en un rincón de mi memoria.
Pero el caso es que no sucedió de improviso, la reconexión con todo un mundo de nuevas experiencias se produjo al tiempo que compartía las inquietudes de mi mujer. Para ella sí que resultaba atrayente aprender, conocer de primera mano terapias, acudir a cursos o leer páginas de internet con información sobre comunicados y otras cuestiones esotéricas.
Yo siempre he sido una persona volcada con mi profesión, bastante práctica, así que leer o investigar sobre otros temas distintos me parecía una pérdida de tiempo o dinero.
Quizás el recelo a encontrar algo que me hiciese recordar o contactar con las energías que habían despertado las vivencias pasadas me tiraba un poco para atrás. Sin embargo, las lecturas de mi juventud sobre religiones antiguas y la historia me incitaban a conocer un poco más sobre cuestiones que han preocupado a todos los seres humanos independientemente del tiempo o el lugar.
Curiosidad.
Inquietud.
Todos, llegado un punto de nuestra vida, comenzamos a preguntarnos cosas.
Cuestiones que antes no nos habíamos planteado, sobre la muerte, la reencarnación y muchas otras preguntas que la religión que nos han enseñado muestra con lagunas.
Así que decidí que no pasaba nada por empezar a conocer formas de entender la realidad distintas, las bases filosóficas de otras formas de pensar, la experiencia de otras personas.
Acudí a varios centros y realizamos juntos nuestras primeras meditaciones.
Al principio no experimentaba nada. El estrés de mi vida seguía pesando más que mi libertad. Aún me planteaba qué hacía allí. Hasta que decidí aprovechar realmente aquella oportunidad que había llegado a mí sin quererlo.
Me relajé y dejé que mi mente se fuera apaciguando.
Cada nueva meditación me proporcionaba experiencias distintas, era capaz de visualizar imágenes muy hermosas, casi poéticas, que conectaban con mi sensibilidad artística y mis inquietudes.
Por eso acudí sin pensar a una terapia o sanación con seres de luz al proponérmelo mi pareja. Solía acompañarla en algunas ocasiones, no siempre, pero en aquél caso, ella insistió en que era algo especial y quería que estuviese con ella.
"Médicos del cielo", así se llamaba el taller.
Era una meditación guiada, donde el trabajo lo realizaban seres bondadosos que comunicaban con la persona que guiaba la experiencia y le proporcionaban mensajes personalizados para cada uno. En una botella de agua personalizada se fijaba la vibración necesaria para cada uno de nosotros. Los "pacientes" podíamos percibir imágenes o recibir algunas informaciones durante la meditación, por lo que debíamos tener lápiz y papel para anotarlo.
Yo pude conocer el nombre de dos de mis guías, aunque no tuve un comunicado específico, al contrario que el resto, que sí recibieron indicaciones específicas para sus preguntas o problemas.
Pero aquello no acabó con la meditación que realizamos un viernes por la tarde...

sábado, 20 de octubre de 2012

Primeros encuentros (II)

Nada parece lo que es hasta que le sucede a uno mismo.
Desde la primera de las experiencias, en la familia parecía que algo había cambiado.
Especialmente porque mi revelación desembocó en que mis padres nos contaran las vivencias que habían mantenido en secreto durante mucho tiempo.
Al parecer, mi madre poseía una sensibilidad especial hacia las energías, pero nunca ha desarrollado sus capacidades. Se lo indicaron algunas personas a las acudió buscando consejo. Le dijeron que seguramente debía ayudar a sanar, que podría servir a mucha gente proporcionando alivio a sus dolencias.
Entre las cosas que nos contaron a modo de anécdota, relataron que, al poco tiempo de casarse, un gran cuadro que colgaba sobre su cama se descolgó sin que se produjera la rotura de los clavos y cayó sobre el cabecero. Todos sucedió de forma repentina en mitad de la noche, mientras dormían y no pudieron explicarse cómo el cuadro había salido de los anclajes...
El relato de las vivencias experimentadas en los últimos meses, aquella misma mañana, tras narrar yo lo que me había pasado, nos sobrecogió a todos.
Al parecer, mi madre también "recibía" de forma habitual visitas de seres, que habían ido aumentando su "agresividad". De hecho, poco tiempo después, desplazaron físicamente a mi madre de la cama, como si la cogieran por los brazos y las piernas, y la dejaron en el suelo en idéntica posición que ocupaba sobre la cama. Mi padre, atónito, comtempló la escena sin entender muy bien qué había pasado.
Desde ese momento, el "mosqueo" se hizo general.
Intentábamos no hablar de estas cuestiones, porque estábamos algo asustados y sensibles a cuestiones paranormales. Aquello se convirtió en un tabú familiar, porque mi padre prefirió zanjar el tema.
Poco tiempo después volvía a experimentar una vivencia similar en la casa de la playa, con idénticos personajes como protagonistas y las mismas sensaciones.
De nuevo, volví a sentir una fuerte presión y un desvanecimiento, que dió paso a un sueño muy profundo.
En nuestra vivienda habitual compartíamos un dormitorio muy grande los tres hermanos y ninguno había experimentado nada similar, por lo que me sentía bastante más seguro. Sin embargo, ese mismo invierno, recibí una nueva visita...
Se trataba nuevamente de los dos seres, que se presentaban como cuerpos de luz. En este caso el pánico fue más intenso porque pude percibir que se aproximaba el episodio con más anterioridad. La presión fue muy intensa y se mantuvo mucho tiempo antes de visualizar las formas de luz. Yo permanecía paralizado y viendo todo lo que sucedía como a cámara lenta.
Probablemente no fueron muchos segundos, pero a mí me pareció una eternidad.
La habitación donde dormíamos daba a un largo pasillo, que se iluminó perfectamente a su paso cuando se aproximaron hacia mi. La puerta estaba abierta y mi cama se encontraba al fondo de la estancia. Las cabeceras estaban apoyadas contra la pared, dejando zonas de paso a los pies y en los lados.  Los seres recorrieron el espacio que mediaba entre la puerta y yo pasando junto a las camas donde dormían mis hermanos.
Mi cabeza latía al ritmo de mi corazón, que estaba a punto de salirse del pecho. No hacía más que rezar mentalmente, aunque los seres no se detuvieron hasta llegar donde yo me encontraba.No podía hacer absolutamente nada, ni siquiera cerrar los ojos. Aquella luz intensa, blanca, que amarilleaba un poco al alejarse de las formas, me cegaba. Finalmente me desvanecí y sentí cómo la presión se alejaba.
Nadie en la casa percibió nada aquella noche.
Nadie, excepto yo, que comencé a barajar algunas hipótesis respecto a mi salud mental...
Sin embargo, desde aquella visita las cosas cambiaron.
No volví a experimentar nada igual en los años siguientes.
Me trasladé y viví en otros lugares.
Mi actividad profesional me mantuvo quizás bastante ocupado y preferí no recordar nada de aquello.
Hasta que conocí a la persona que hoy es mi compañera.
En ese momento, algo se volvió a conectar.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Primeros encuentros

La verdad, uno se plantea en contadas ocasiones qué haría si le sucediera una experiencia fuera de lo normal. El desarrollo de la escena aparece perfectamente controlado en nuestra mente, aunque sepamos que, llegado el momento decisivo, el pánico haría mella en nosotros y no podríamos más que asistir como espectadores involuntarios... Y estoy convencido de que únicamente un bajo porcentaje de la población mundial desea que sucedan este tipo de cosas en su presencia, fundamentalmente por el miedo a lo desconocido y por el abuso de ficciones sobre los casos más truculentos...
La primera vez que algo extraño me sucedió, las miradas de incredulidad de mis familiares al contarles lo sucedido fueron dignas de quedar retratadas. Evidentemente, no esperé a que pasara del mediodía el bombazo informativo, y mientras desayunaban padres y hermanos, relaté sin pausa lo que me había sucedido la noche anterior.
Mis padres y hermanos dormían en la planta superior de la casa, quedando reservada para mi una habitación de reducidas dimensiones en la planta baja. En ella había una litera con dos camas, por si venía alguna visita, un pequeño escritorio y varias baldas para mis libros. El techo del dormitorio es bastante alto debido a la configuración del tejado, por lo que las camas quedaban perfectamente integradas. Yo siempre utilizaba la cama superior porque me gustaba ver las luces de la calle reflejadas en el techo.
Aquella noche, como todas las anteriores, dejé entornada la puerta de la habitación antes de subir a la litera. Las luces de la calle eran tenues y no había prácticamente ningún ruido. En ocasiones el viento agitaba las ramas de un gran pino situado delante de la casa, o hacía crujir la persiana que cubría mi ventana. Pero esa noche la calma era total y nada hacía presagiar el gran sobresalto que iba a experimentar en unas horas.
Pensando en mis cosas, logré conciliar el sueño al poco de acostarme.
Todo era normal hasta que comencé a sentir una gran presión sobre el pecho que me hizo despertar. Quedé totalmente paralizado al abrir los ojos, con total incapacidad para formular palabra alguna, pero consciente de lo que estaba sucediendo. En un primer momento pensé que podía ser el inicio de un ataque de corazón o algo así, pero de forma instantánea supe que no tenía que ver con cuestiones físicas.
En unos segundos de pánico total, pude ver claramente cómo se abría la puerta de la habitación lentamente y una gran luz comenzaba a inundar la estancia.
En ese momento, dos cuerpos de luz, uno de mayor estatura que otro, cruzaron el umbral de la puerta.
Desde mi posición elevada pude apreciar que la zona correspondiente a la cabeza era la que más luz mostraba, mientras que lo que debían ser la piernas, estaban prácticamente desdibujadas. No se podía apreciar ningún rasgo correspondiente al rostro ni se diferenciaban las extremidades, por eso los llamo cuerpos de luz.
Pues bien, tras pasar al interior de la estancia, aquellas formas luminosas comenzaron a tomar altura hacia mi posición. Yo no podía hacer otra cosa más que rezar y finalmente me desvanecí. Desconozco el tiempo que pasó, pero noté cómo la presión se desvanecía lentamente y retorné a una fase de sueño profundo.
Por la mañana, la puerta del cuarto estaba totalmente abierta.
Al levantarme, mis padres y hermanos ya estaban desayunando.
-¿Me habéis abierto la puerta alguno de vosotros?- pregunté nada más salir de la habitación.
-No- todos coincidieron en la respuesta.-¿Por qué lo dices?
En ese momento les conté los acontecimientos nocturnos y a mi padre se le cayeron las galletas dentro de la taza del café con leche. Mi madre me miró en silencio y mis hermanos callaron también.

lunes, 15 de octubre de 2012

Como empezo todo

En ocasiones, uno llega a este punto del camino sin que haya sucedido algun suceso "especial" que cambie nuestra forma de entender lo que pasa a nuestro alrededor. Conozco muchas personas que han sentido la necesidad de encontrar "algo más" que explique ciertas sensaciones o dudas existenciales. En mi caso, todos los acontecimientos "extraños" que se han producido en mi vida desde el año 1998 han supuesto un cambio de actitud hacia temas espirituales y cuestiones paranormales.
Lo cierto es que, antes de que yo mismo fuese parte de las experiencias, desconfiaba bastante de algunos testimonios (e incluso ahora, sigo desconfiando de muchas cosas que leo o me cuentan, porque no todo vale...).
Fui un niño feliz, en una familia normal y sin problemas afectivos. Como muchos niños, sufrí algunos episodios de terrores nocturnos entre los tres y los seis años, que yo no consigo recordar del todo, aunque mis padres dicen que gritaba "que venían a por mi".
Mi adolescencia fue también absolutamente normal, sin conflictos ni problemas de ningun tipo. Un chico sano, deportista y estudioso.
Comencé los estudios universitarios en 1997, y en octubre de 1998 sufrí un accidente de tráfico que me dejó escasas secuelas, pero quedé desvanecido durante varios períodos. Un compañero logró salvarme la vida, evitando que me asfixiara con mi propia lengua, tras perder el conocimiento y convulsionar...
No recuerdo prácticamente nada de lo que sucedió entre el golpe y el alta médica. Mi recuperación fue de algo más de un mes de reposo total,  aunque del grave esguince cervical conservo un recuerdo cada vez que cambia el tiempo.
A partir de ese momento comenzaron a suceder cosas que alteraron mi percepción del más allá y para las que he buscado explicación. Como he podido comprobar, hay muchas personas capaces de percibir desde su nacimiento, aunque para ello es necesario ser consciente y no evitarlo.
Simplemente, las cosas suceden.

domingo, 14 de octubre de 2012

Primer impulso

Desde que nacemos, todo lo que nos rodea resulta confuso.
Nuestros ojos deben adaptarse lentamente a la realidad que envuelve y atrapa nuestra existencia. Descubrimos de nuevo todas las sensaciones y tomamos, en algunos casos, conciencia de nuestra ignorancia. 
Y poco a poco comprendemos que debemos aprenderlo todo de nuevo.
Porque desde que decidimos volver a empezar en este plano, nada de lo que sabíamos sirve.
Y una vez que descubrimos nuestras limitaciones, ansiamos explorar nuevos horizontes.
Ese primer impulso me espoleó para iniciar una búsqueda hace años, tal vez la más complicada de las que he realizado: saber todo lo que no me han querido enseñar antes.
Con este propósito iniciamos hoy el camino que nos llevará a conocernos a vosotros y a mi un poco más. Un primer paso en el trayecto que, desde la luz, nos conduce de nuevo a enfrentarnos con todo aquello que quedó pendiente.
Una revisión de esquemas, propósitos y enseñanzas.
Porque todos necesitamos un maestro que nos acompañe y nos guíe hasta que seamos capaces de decidir por nosotros mismos, sin atender a los convencionalismos, a los esquemas, a los prejuicios y al desconocimiento.
Viajaremos por el camino más cercano y más desconocido: el que nos reconcilia con nosotros mismos y con el principio creador.
Despertad conmigo.
Os invito a caminar.
Bienvenidos.